La Mona Lisa, que actualmente se exhibe en la Salle des États, compartiendo espacio con otras obras maestras del Renacimiento, será trasladada a un nuevo espacio dedicado exclusivamente a ella. Este cambio permitirá a los visitantes apreciar la obra con mayor comodidad, lejos de las aglomeraciones que caracterizan su actual ubicación. Según Macron, esta medida también ayudará a redistribuir el flujo de visitantes y a destacar otras obras que suelen pasar desapercibidas.