El tierno momento capturado en la foto seguramente quedará en la memoria de sus seguidores y de la misma familia Alameda, como un símbolo de amor y unión familiar que trasciende las barreras del tiempo y el espacio.
Este gesto de Giselle González de compartir recuerdos con sus seguidores, muchos de los cuales siguen su carrera desde Cuba hasta Estados Unidos, demuestra el poder de la nostalgia y la importancia de mantener vivos los lazos con el pasado y con la tierra natal.