Según los mensajes difundidos por vecinos y familiares, el menor —alumno de 8vo grado— se descompensó en horario de clases, presentó convulsiones y fue trasladado de urgencia al policlínico Andrés Ortiz, donde sufrió un paro y falleció. La identidad del niño no ha sido divulgada públicamente; quienes lo conocían lo ubican como residente del reparto La Lima, a pocas cuadras del centro escolar.
El fallecimiento de profesionales de la salud activa siempre una memoria reciente: guardias compartidas, visitas domiciliarias, rehabilitaciones largas que culminan en alta, discusiones clínicas donde se acuerdan rutas de tratamiento y, sobre todo, esa conversación final con el paciente en la que un médico transmite calma. La ausencia de la Dra. Zunilda Torres en el hospital “Nachón” y la del Dr. Luis Madrazo en su red de consultorios deja espacios difíciles de llenar porque, además del servicio, dejan un modo de estar en el trabajo: la ética de la escucha y la constancia.