El MININT investiga a Humberto Julio Mora Caballero, camagüeyano residente en Miami, acusado de dirigir una red que movió más de mil millones de pesos y 250 mil dólares en remesas y financiamiento a mipymes, usando el tipo de cambio informal y operando completamente al margen de los canales bancarios estatales.
Mientras se espera una confirmación institucional, la prioridad —coinciden las alertas— es no enfrentar al sospechoso y notificar a la policía con datos precisos de lugar y hora. En casos que involucran a menores, la urgencia de una respuesta rápida y transparente es doble: por justicia y por prevención.
El doble asesinato de Ailén Tartabull y Víctor Manuel Ojeda Alpízar y el paradero desconocido de Adrián Cruz Hidalgo, con rumores de fuga a México y un antecedente en Pueblo Griffo. Una fuente aporta que Cruz habría amenazado antes a un hombre luego hallado apuñalado y describe la secuencia de la noche del crimen.
Bajo el nombre Con Todos La Victoria, el perfil publicó cuatro notas separadas en las que atribuye a la Policía la detención de presuntos implicados en hechos ocurridos en Matanzas (ciudad), Cárdenas y Jagüey Grande.
Páginas afines al oficialismo provincial difundieron la versión de que no hubo mala praxis ni déficit de recursos, sino una cadena clínica atribuible al “estilo de vida desordenado” de la paciente.
Según la versión divulgada por el perfil de Facebook De Pinar Soy, uno de los implicados fue arrestado de inmediato por la Policía Nacional Revolucionaria, mientras que el segundo fue localizado días después en la provincia de Santiago de Cuba. Ambos se encuentran bajo custodia.
En el video que circula en redes se ve al detenido, visiblemente incómodo, sentado en medio de dos hombres que lo sujetan mientras avanzan por la calle en una moto. No hay patrulla ni esposas.
el hecho de que la principal página del MININT en Holguín priorice su crecimiento en redes sociales por encima de su rol frente a la seguridad pública y de los menores de edad revela una desconexión profunda entre aparato y pueblo. Habría entonces que preguntarse: ¿qué comunica una entidad del orden cuando celebra su popularidad mientras el pueblo entierra a una de sus hijas?
La muerte de Milagros no fue inevitable. Fue una consecuencia directa de la desprotección en la que viven muchas mujeres en Cuba. Y mientras eso no cambie, el “empoderamiento” del que habla el Estado seguirá siendo un eslogan vacío.