En un país que aún carece de un sistema público y auditable de datos en emergencias, el periodismo —esté en Santiago o en Miami— vuelve a ocupar un rol de primera respuesta informativa. La muerte de Roberto Pedrera, con nombre y apellido, no solo corrige una estadística; señala un modo de narrar la tragedia que deja a los ciudadanos a oscuras. Y recuerda, de paso, que la verdad en Cuba rara vez entra al parte por la puerta de servicio: el pueblo empuja y la prensa la sostiene. Hoy, esa verdad se llama Roberto. Y desmiente.
Una emotiva escena difundida por el periodista cubanoamericano Javier Díaz, de Univisión Noticias 23 Miami, ha generado confusión y controversia en redes sociales y...