Para Yurisleidi, su esposo, y Yanier, el camino terminó de forma abrupta. El llamado que queda es colectivo: prevenir más dolor y evitar que las calles sigan narrando tragedias evitables.
Según testigos presenciales, el conductor del vehículo implicado perdió el control del auto mientras circulaba a una velocidad presuntamente muy por encima del límite establecido para esa zona escolar