El caso de Salem no es un incidente aislado, sino parte de una serie de denuncias recurrentes desde 2021 que involucran hacinamiento, deficiencias sanitarias, abuso de autoridad, negligencia médica y trato degradante.
Estas acciones están afectando tanto a quienes buscan ingresar por primera vez a Estados Unidos como a quienes, siendo ya ciudadanos o residentes, se sienten objeto de vigilancia y sospecha.
El caso de Rodríguez Delgado pone de manifiesto las graves consecuencias psicológicas que enfrentan los inmigrantes en el sistema de detención y deportación de Estados Unidos, especialmente aquellos con antecedentes de persecución política.
El hecho de que esto ocurra en un estado donde las leyes migratorias se han vuelto cada vez más restrictivas, plantea serias interrogantes sobre la transparencia del proceso judicial y la posible instrumentalización de la justicia local con fines migratorios.
Mientras crece el número de inmigrantes detenidos por el gobierno de Estados Unidos, una doble alarma se enciende: las condiciones en que se encuentran muchos de ellos son abiertamente inhumanas, y las cifras oficiales que ofrece ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) parecen distorsionar el verdadero alcance del problema.
Un vocero de ICE confirmó que se trata de personas elegibles para este tipo de remoción rápida, usualmente aplicable a quienes llevan menos de dos años en el país. Esta estrategia ha sido implementada simultáneamente en otras ciudades como Nueva York, Las Vegas y Los Ángeles.
La abogada abordó aspectos muy interesantes y reconoció que muchas personas están siendo muy mal asesoradas por otros, por no contratar servicios de un abogado de inmigración.