Al revisar el expediente, el juez Federico A. Moreno estimó que faltó evidencia suficiente de que las agencias de viaje sabían que seguían ofreciendo reservas en hoteles del área después de recibir cartas de “cease-and-desist” (cese y desista), un requisito para sostener la agravante que multiplica los daños. Por ello, “dejó sin efecto” el veredicto dado por él mismo y dictó sentencia para Expedia y las otras empresas.