En un país donde los hechos duelen pero el discurso oficial parece vivir en otra dimensión, el combate de los relatos se ha vuelto un ruido permanente. No es solo propaganda; es una disputa por nombrar la realidad. Y en Cuba, nombrar la realidad se ha convertido en un acto político.
El mismo Estado que en Santiago de Cuba difundió falsas muertes por “alumbre” presume en La Habana de investigar penalmente a directivos de El Toque. Entre la desinformación en medio de una crisis de agua y la fabricación de enemigos mediáticos, queda al desnudo el verdadero rigor informativo oficialista.
El MININT investiga a Humberto Julio Mora Caballero, camagüeyano residente en Miami, acusado de dirigir una red que movió más de mil millones de pesos y 250 mil dólares en remesas y financiamiento a mipymes, usando el tipo de cambio informal y operando completamente al margen de los canales bancarios estatales.