La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) continúa ejecutando arrestos de cubanos vinculados a violaciones de la polémica Ley Laken‑Riley,...
El "tema Cuba" ha quedado relegado al Secretario de Estado Marcos Rubio, de origen cubano y el mayor opositor a cualquier cambio que favorezca al gobierno de Díaz-Canel, pero todavía la flamante e imprevisible administración Trump podría tener guardada dos o tres cartas sobre la mesa con relación a Cuba. Lo único que habría que esperar es el dictado que tienen reflejado.
Por ahora, ni Trump ni su equipo de campaña han hecho una declaración oficial. Pero mientras crecen las especulaciones, Diddy sigue encerrado en Brooklyn, sus abogados insisten en que no representa un peligro ni riesgo de fuga, y millones de seguidores —y detractores— observan con atención el destino de una de las figuras más poderosas del entretenimiento estadounidense.
Con su mensaje claro y directo, Ellen de Generes materializa una huida política y emocional, mientras ella se muestra esperanzada en que, algún día, EE. UU. vuelva a ser “un lugar donde sea seguro ser quien eres”.
muchos cubanos que obtuvieron ciudadanía tras mentir sobre su pasado en Cuba se podrían enfrentar ahora a una desnaturalización patrocinada por la administración Trump. Utilizando herramientas como IA, redes sociales y procesos civiles sin las protecciones básicas del derecho penal, este esfuerzo representa una amenaza directa para la estabilidad legal de miles de familias que creyeron haber echado raíces definitivas en EE.UU.
La Corte Suprema de EE. UU. restringe el alcance de medidas cautelares universales contra órdenes presidenciales. Trump celebra la decisión como una victoria.
En resumen, la estrategia de ICE parece estar en dos frentes: las cortes y la calle. Pero el mensaje es uno solo: nadie está a salvo, ni en el estrado, ni en el Home Depot.
Con un Israel fortalecido militarmente y un Trump decidido a proyectar la fuerza que a cada rato los Estados Unidos necesita demostrar al mundo, el riesgo de una guerra a gran escala es más alto que nunca.
La aprobación de la gestión de Trump ha caído mientras sus políticas enfrentan desconfianza en sectores clave: jóvenes, manejo económico, migración y salud pública. El rechazo mayoritario a una intervención militar en Irán‑Israel limita su capacidad de mostrar una postura global expansionista. Para restablecer apoyo, necesitará recomponer su narrativa y resultados tangibles en lo económico y social, no solo depender del uso intensivo de ejecutivas.