La detención de Lara Crofs pone rostro y nombre a las reflexiones de Fernando Pérez. Más allá de la industria del cine, su llamado se extiende a toda esfera civil donde el diálogo ha sido reemplazado por el cerco, la vigilancia y la represión sistemática. Cuando el simple acto de acompañar a un amigo se convierte en razón para una detención, la apertura al diálogo se convierte en una ilusión.