En los últimos años, la crisis ha producido escenas que más de un medio ha retratado con crudeza: familias que recurren a trailers o incluso a botes amarrados en patios y bahías como alternativa de emergencia ante alquileres formales inalcanzables. Aunque pueda sonar pintoresco, ese parche confirma la magnitud del problema en barrios de fuerte presencia cubana como Hialeah y en la propia ciudad de Miami.