La escena hoy, ante la crisis epidemiológica que se vive en Cuba con brotes de virus conocidos como el dengue, Zika, Oropouche y Chikungunya, se desplaza a ciudades como Valencia y Madrid, donde se multiplican llamados prácticos.
En Cuba, donde los mecanismos formales de asistencia suelen ser lentos o insuficientes, Facebook y WhatsApp funcionan como tablón de anuncios, oficina de coordinación y, muchas veces, única ventanilla de esperanza. Hay una ética de la proximidad que se activa: quien no tiene dinero ofrece transporte; quien no puede donar sangre replica la convocatoria; quien no posee colchones pregunta por tallas de ropa; quien vive fuera enciende la cadena de remesas o compra en línea.