Este caso pone en evidencia que, incluso en Hollywood, los titulares de éxito no eliminan los riesgos de exposición que conllevan las relaciones personales, profesionales e íntimas. Cuando las piezas se mueven en el escenario de la fama, se tensiona lo que queda detrás del glamour. El tempo lo marca ahora la investigación mediática, jurídica y pública.
Las muertes, comunicadas entre el 8 y el 11 de noviembre, llegan mientras Hollywood, la música y la economía de los creadores atraviesan un ciclo de revisión sobre cuidados, seguridad y redes de apoyo. En los casos de Kirkland y Duarte, la comunidad se ha movilizado para cubrir gastos y rendir homenajes; en el de Frehley, el dictamen forense zanja especulaciones y subraya la fragilidad de lo cotidiano. La memoria, en los tres frentes, se sostiene en lo que sus obras inspiran: una actuación que abrió cauces para el cine independiente, una guitarra que forjó el molde de un género, y una cámara casera que hizo de la comida un acto de compañía.
El proyecto, en desarrollo bajo el título provisional The Social Reckoning, avanza con Sorkin como guionista y director y con un cambio clave: Jesse Eisenberg no repetirá como Mark Zuckerberg. El propio actor, de gira mediática estos días, esquivó con humor las preguntas en el programa Today y terminó admitiendo que “ha crecido hacia otra cosa”, dejando claro que su ausencia no obedece a problemas con la película, indica la revista People.
En ese juego, la imagen difundida por cuentas de cultura pop y replicada por portales sirve para recordar que la actriz encara la etapa de madurez de su carrera con un pie en Hollywood y otro en una normalidad que parece cultivar lejos del estruendo, al menos cuando no está frente a las cámaras.
Por ahora, no hay calendario oficial ni normativa publicada, y los estudios han evitado declaraciones extensas, a la espera de claridad sobre la base legal. Si el gobierno concreta el arancel, se avecina un choque comercial y jurídico que podría reconfigurar la economía del cine y encarecer la oferta para el público en ambos lados de la pantalla.
Moretz, quien se declaró públicamente como “mujer gay” en noviembre de 2024, ha sido una voz abierta y comprometida con la comunidad LGBTQ+. Su matrimonio ahora se suma no solo como un momento personal sino también como símbolo visible y poderoso de representación en el mundo del entretenimiento.
A lo largo de cuatro décadas, Greene cultivó una filmografía vibrante que incluyó títulos como The Green Mile, Maverick, Die Hard With a Vengeance, The Twilight Saga, y Wind River. En televisión apareció en series como Northern Exposure, Longmire, Goliath, Reservation Dogs y The Last of Us, entre otras películas.
Con su partida, Cuba pierde a un intérprete sólido, apasionado y polifacético, que marcó un hito en la radio, el teatro, la televisión y la cultura nacional. Descanse en paz.
El diagnóstico de Mack fue anunciado a comienzos de 2025: padecía un tumor llamado glioma difuso de línea media (diffuse midline glioma), una enfermedad neuro-oncológica altamente agresiva
la historia de Owen Cooper ya se impone como una de las narrativas más potentes de esta edición, desafiando las lógicas tradicionales de la industria y consolidando a Adolescence como una obra que no teme mirar de frente a los dilemas más incómodos de la adolescencia moderna.
La premiere de “F1: The Movie” en Londres no solo ha consolidado la espectacularidad del filme, sino que ha servido de escenario para un emotivo reencuentro entre dos de las grandes estrellas de Hollywood, alimentando la nostalgia y generando expectación sobre lo que está por venir.
50 años atrás un tiburón, el de Spielberg, arrasaba en las taquillas. Ahora el turno le ha tocado al remake de How to Train Your Dragon, quien consiguió 84 millones de dólares. Tiburones y dragones siguen generando millones.
La búsqueda se ha vuelto tan seria que la propia marca Gibson ha lanzado una campaña internacional bajo el nombre Lost to the Future, acompañada de un documental en producción.
Más allá de lujos, alfombras rojas y looks de diseñador, Dakota Johnson demuestra que a veces lo más efectivo no es tener un estilista al lado, sino la misma viveza con la que cualquier cubano resuelve una fuga con un pomo de refresco. Un pañuelo, una risa, y se acabó el problema.