La fiscalía de Dallas decidió no buscar la pena de muerte para Yordanis Cobos-Martínez, el inmigrante cubano acusado de decapitar al administrador de un motel en septiembre. El caso, marcado por un historial delictivo extenso y problemas migratorios, avanza ahora hacia un juicio por asesinato capital con cadena perpetua sin libertad condicional como pena máxima.