el homenaje de CBS va más allá de la anécdota romántica de la pareja. El reportaje subraya el aporte industrial de Arnaz: su decisión de grabar los episodios en lugar de emitirlos solo en directo dio origen al concepto de la reposición, el “rerun”, y con él a un nuevo modelo de negocio que permitió rentabilizar las series una y otra vez. Esa innovación técnica y financiera, hoy estándar en la industria, salió de la cabeza de un inmigrante cubano que entendió la televisión como algo más que un entretenimiento fugaz.
Ahora queda por ver si Dee podrá repetir la hazaña. ¿Será capaz de sobrevivir nuevamente a la traición, el hambre y las alianzas cambiantes? Lo cierto es que, con ella en la competencia, Survivor 50 promete drama, estrategia… y mucho fuego.
La cubana Dee Valladares viajará junto con los otros 16 concursantes hasta la isla de Fiji. y competirá por el codiciado premio de 1 millón de dólares.