La verdad más verdadera - diría un cubano con pocos estudios - es que esta práctica esta bastante extendida: la de usar la “cascarilla”, esa cáscara de huevo molida que se usa en ciertos rituales de santería y prácticas hogareñas de limpieza espiritual, para arrojar lo malo. Y está tan extendida que, incluso ese gesto aparentemente inocuo, puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza, según el "gesto pictórico" que tuvo lugar recientemente en Florida.