La madre detalla una secuencia de gestiones sin resultados: primera entrevista el 25 de agosto “inconcluyente”; regresos el 15 y el 24 de septiembre sin ser atendida; y, finalmente, el 30 de septiembre, una reunión con una comisión encabezada por un teniente coronel de la Fiscalía —“sin competencia directa en el hecho”, señala— y otros oficiales que no eran los responsables del puesto ni los mandos inmediatos del conscripto. En esa cita, dice, le hablaron de “transparencia”, pero los principales jefes no acudieron y las explicaciones “carecieron de sustento”.