Este caso plantea interrogantes profundos sobre la intersección entre derecho formal y costumbres tribales, en particular respecto a figuras públicas. La Corte Suprema continúa en conversaciones para llegar a un desenlace que respete tanto las normas constitucionales como la sensibilidad cultural. La situación sigue en desarrollo y se esperan nuevas audiencias para resolver el estatus legal y personal de las dos esposas y las hijas involucradas.