Es un momento sin precedentes para la gastronomía hispanoamericana, que no solo ocupa posiciones destacadas, sino que define la narrativa global de la alta cocina contemporánea: fusión, identidad, técnica, creatividad y una fuerte raíz cultural.
Para los chefs y restauradores de Florida, la noticia no es tanto una derrota como un recordatorio de los distintos criterios que rigen en los rankings globales. Mientras tanto, los comensales de Miami y del resto del estado pueden seguir disfrutando de una oferta culinaria premiada, aunque no reconocida (todavía) por The World's 50 Best Restaurants.