La temporada alta comienza para Cuba bajo una tormenta perfecta: apagones masivos, epidemias de dengue y chikungunya con decenas de muertos, advertencias sanitarias de varios países y un deterioro profundo de servicios básicos. Mientras gobiernos como Reino Unido, Canadá y Rusia recomiendan cautela —e incluso evitar viajar—, el turismo internacional se retrae y la isla se acerca a la que podría ser su peor temporada turística en décadas.