Aunque los arrestos representan un avance, el LAPD continúa investigando para determinar el alcance real de la operación y si existen más integrantes de la banda en libertad. Mientras tanto, vecinos y propietarios de mansiones en Los Ángeles refuerzan sus sistemas de vigilancia, conscientes de que, en esta ola de robos, la fama de la víctima no es garantía de protección.