Hayek no solo desafía los cánones tradicionales de la industria, sino que encarna una nueva narrativa sobre la madurez, el cuerpo y la autoaceptación. No se trata de nostalgia por sus días de gloria en Hollywood, sino de un presente vibrante y poderoso que no pide permiso.
A pesar de su éxito internacional y de ser una figura destacada en Hollywood, Ana de Armas enfrenta un creciente rechazo por parte de una significativa porción de la comunidad cubana en Miami.