El gesto de llamar a su disco Capiro resonó como una especie de homenaje. En un país donde el desarraigo ha marcado a varias generaciones, la joven cantante se propuso poner en portada la palabra que define su barrio, esa loma en Santa Clara donde se crió. Esa decisión fue vista por muchos como una manera de no olvidar, de tender un puente emocional entre quienes todavía viven allí y quienes, como ella, partieron a rehacer sus vidas en otra parte.