El caso de Bruce Willis no solo conmueve a sus seguidores, sino que también refleja los dilemas cotidianos de miles de familias que enfrentan la demencia en silencio, con la diferencia de que, en este caso, el escrutinio nunca descansa.
Más allá de la estrella de cine, la historia refleja un drama universal: el de millones de familias que cada día enfrentan la pérdida gradual de un ser querido y que, como Emma Heming Willis, aprenden a reinventar el amor en medio de la ausencia.